¿Amor o Temor? Narrativas de Silencios que Matan

 

Hablar sobre aquellos temas que nos convocan a tod*s pero que finalmente nos duelen o nos avergüenzan no es una tarea fácil. Como decía una buena amiga: “enfrentar la propia miseria es doloroso”, pero qué tal si lográramos darle un giro a la miseria para comenzar a verla como parte de un camino que tiene mucho por enseñarnos, si comenzamos tímidamente a mirar nuestro interior, asomándonos desde el esquicio de la puerta del alma para ver pasar los recuerdos de dolor y maltrato que han dejado marcas en nuestras vidas.

 

Y qué tal si logramos reconocer en esos recuerdos las formas del verdugo, el golpe, la palabra y la mirada; para revivirlos ya no cómo víctimas, sino como espectadores que vemos pasar frente si la película de la propia vida, con la capacidad de reflexionar sobre lo ocurrido y pensar de qué manera esas marcas han hecho de nosotros las personas que somos; para reconocer la valentía y el coraje de nuestros espíritus que a pesar del dolor se han levantado y siguen luchando para no dejarse vencer por la violencia que innegablemente atraviesa nuestra sociedad.